lunes, 7 de octubre de 2013

Mis compañeros de viaje

Habitación con sala y balcón. Me sentí la persona más afortunada del mundo. Al salir de la UCI me subieron a planta y dentro de lo malo, me pareció el lugar más perfecto del hospital. Sólo quería una cosa, no ver el Iberostar Estadio desde la ventana como había tenido esos cinco interminables días anteriores. Y no, era una habitación grande con una salita de visitas y hasta podría salir a tomar el aire. No sabía cuando pero en algún momento podría. Era la más grande que recordaba y se quedó pequeña para dar cabida a todos los compañeros de este largo viaje.

Después de unas horas a solas con mi familia decidí armarme de valor y coger el teléfono. Sabía que me podía encontrar de todo. Así fue. Más de cien mensajes, llamadas, muchos privados de Facebook o incluso gente que no conocía de absolutamente nada se puso en contacto conmigo a través de Twitter. Me agobié bastante y sólo hice un repaso por encima. Ahí me di un golpe con la realidad pero la sensación era de un profundo agradecimiento. No me cansaré de daros las GRACIAS a todos. Percibí que algo grave me estaba sucediendo. ¿O tal vez podía haberme sucedido pero lo había superado? Ni idea porque en realidad sólo sabía que tenía una trombosis. La palabreja retumbaba una y otra vez en mi cerebro pero era hueca. No le encontraba significado. Necesitaba una cosa. Y llegó.

La puerta de mi habitación debió abrirse unas 40 veces en el primer día de visitas. Sólo esperaba eso. Ver a mis amigos ahí. Estaba fatal de salud pero mi cara se iluminaba cada vez que oía la puerta. Muy dificilmente se me borrará de la retina la cara que ponían al verme. Me pongo en su piel y seguro que durante el trayecto hasta esas cuatro paredes venían en silencio y preguntándose cómo me verían o qué me podían decir. Creo que se lo puse bastante fácil porque con mi sonrisa ya les tranquilizaba. Como vivía en la inopia trataba de contarles cómo me sentía pero después el objetivo era cambiar de tema. Me daba igual fútbol que ropa que temas familiares o académicos.

En esos días me llevé muchas sorpresas y todas agradables. Prácticamente nadie falló. Y el que lo hizo sus motivos tenía. No hay que darle más vueltas y además ya os digo yo que si me necesita, ahí estaré. Tanto me da porque yo me quedo con todos los demás. Ojalá nunca se me borre toda esa emoción.

Tras 15 días más en planta no podía decir que tuviera ganas de marcharme. Todo el día estaba acompañada y después de la última época de mi vida en la que no veía a los míos en semanas, eso me parecía fabuloso. Con tan poco me conformaba, sí. Las enfermeras me decían que debían de quererme mucho porque era la habitación que a todas horas más gente tenía.

Al salir me tocaba reposo absoluto en casa. Tenía muchas preguntas en mi cabeza porque me habían dicho que tenía una malformación de la vena cava (ni ubicaba esa dichosa vena ni sabía que en realidad, no la tenía). Pasé de buscar nada en Internet porque sé que aunque padezcas un catarro, esos foros parece que los carga el diablo y siempre acabas leyendo palabras como cáncer o enfermedad terminal. No me interesaba. Yo quería ser como un caballo de galera. Sólo mirar al frente y seguir el camino. Por eso era muy importante estar siempre con gente.

Mientras yo vivía en la luna la peor parte se la llevarían mis seres más queridos. Estoy convencida que del primero al último se leyeron por lo menos las diez primeras páginas de resultados de Google para lograr entender qué me estaba sucediendo y lo más importante. ¿Qué se podía hacer? Esa preocupación la percibía constantemente pero yo no quería entrar en el juego. Ya suficiente dolor tenía. Ah y unas piernas hinchadas como dos bombonas de butano.

Nunca habría dicho que una caja de galletas diera para tanto. Perdí la cuenta de cuántas Cuétara de la caja roja se repusieron durante esas tardes de finales de septiembre y octubre. En mi casa siempre han sido buenos anfitriones y visita que venía, visita que no se libraba de comer una o varias. Entre unos y otros pasamos muchísimas horas sentados en la cocina hablando de mil cosas. Da igual quien viniera que sólo era cuestión de añadir sillas.

Estaba tan feliz con la situación que no se me ocurrió nada mejor que pedirle a mis padres que organizáramos una fiesta en casa. No falló nadie. Otra muestra enorme de amor, ya no solo amistad.

Quizás lo lógico sería pensar que al principio era normal que todo el mundo se volcara pero que poco a poco se iría diluyendo. Pues pasado un año os aseguro que sigo sintiendo el calor de todas esas personas y de las que voy conociendo por el camino. Y eso no tiene precio. Jamás podré agradeceros todo lo que me dais día a día. Aprovecho también para decir que siento estar siempre hablando de cómo me encuentro, que parezco un disco rayado. Sé que me perdonáis, ¿no?


Escribiría todos los nombres que me vienen a la cabeza pero mi memoria de pez me jugaría una mala pasada y me dejaría a más de uno pero sí quiero destacar la figura de mi abuela. En este año le ha dado su cuarto ictus. Ya nunca será quién fue. La mayor satisfacción que tengo es que celebramos su 85 cumpleaños después de haberlo organizado juntas y que saliera todo mejor de lo esperado. Hoy ni sabe que estoy escribiendo esto como tampoco sabe ni cómo se llama ella pero hace algo que me sorprende. No se ha olvidado que me ocurre algo en la pierna. Soy una afortunada.

Me encontraréis en:
Twitter: @epaglialonga
Gmail: epaglialonga88@gmail.com

7 comentarios:

  1. Hace muy poco que conozco este blog, pero ya ha sido suficiente para que tu manera de escribir, tu forma de afrontar la vida y sobre todo tu positividad me tengan totalmente enganchado.
    Dentro de todo lo malo que te está pasando, tienes el inmenso gesto de generosidad de traducirlo a unas líneas llenas de motivación y afán de superación que seguro están haciendo levantarse a mucha gente.
    Sólo se te puede dar la enhorabuena, esperar que todo pase, y seguir admirando tu fortaleza. Pero sobre todo, y ante todo, GRACIAS.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola anónimo! Hay que ver la ilusión que me hace saber que alguien que aparentemente no me conoce de nada pueda llegar hasta aquí y me levante el ánimo con unas frases. Prometo continuar escribiendo y seguir enganchándote poco a poco...

      La próxima vez firma con tu nombre o por lo menos, Camel jajajaja

      Eliminar
  2. Amigos, familiares, compañeros de trabajo y de la universidad... gente que sabes que ha estado a tu lado y muchos otros a los que se nos dibujaba una sonrisa de tranquilidad, de alegría por tus logros. A los que, sin saberlo, tus tweets o actualizaciones de estado en las redes sociales nos hace sentir que también estamos cerca.
    Gràcies a tu, Ester, perquè cada passa petitona que dones és una enorme per els que te coneixem. És una passa per tu i tres de lliçó per noltros!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tothom és important Lluc. Quan no saps cap on caminar, que de fet no veus ni clars els camins no queda més remei que mirar a un costat i veure qui hi ha. Sé que aquest bloc pot ser d'ajuda a molta gent i això m'agrada saber-ho. Promet continuar fent-ho i t'agraeixo enormement les teves línies perquè tu ets un exemple de persona que ha estat allà des del primer instant. Moltíssimes gràcies sempre.

      Eliminar
  3. Esther, tu alegría, vitalidad, sencillez y mallorquinismo está a prueba de bomba. Es algo así como un germen expansivo y siempre en positivo. Consecuentemente con este ADN descrito, dificil de aglutinar en otra persona te hace irrepetible y segurisimo que superas este trance que en el tiempo quedará en anécdota. Cuidate mucho y dentro de poco a disfrutar plenamente de todo pero especialmente de tus seres más queridos entre los que no puede faltar nuestro Mallorqueta. Un besote muy fuerte y de colores!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aquest missatge si que m'ha vengut de nou jeje! Gràcies Toni! Fa molt que no sabia de tu però m'han fet molta il·lusió les teves paraules. Tant de bo prest pugui tornar a trepitjar el verd i estar amb vosaltres. Ho enyor molt però en aquest any he après que hi ha coses molt més importants que la feina. Ho hagués donat tot i això tampoc és bo. Vull tornar i ho faré amb les piles carregades però amb capet. Continua lluitant que enguany hem de tornar a Primera. Sí o sí! Un beso ben fort

      Eliminar
  4. Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor ambiente, por favor comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2348052394128

    ResponderEliminar