lunes, 23 de septiembre de 2013

Occidente y Oriente

Buenas noches,

Acabo de llegar de mi casi segunda casa, Barcelona. Ahí es donde están mis 'salvadores' de bata blanca y por eso debo visitarles a menudo (demasiado a menudo por desgracia). Me queda algo de energía para escribir este post así que intentaré hacerlo de la forma más decente posible.

Mis más cercanos me habíais oído hablar de la Medicina Tradicional China (MTC) desde hace varios años. Por motivos familiares sabía algo de esa cultura milenaria pero la verdad, educada en Mallorca y sin grandes problemas de salud en la familia, ni me planteaba que la MTC podía ser de gran ayuda incluso como prevención a cualquier enfermedad. A raíz de mi 'renacer' (lo llamaré así para no tener que nombrar la palabra trombosis cada vez) y sobretodo al ver que la medicina occidental no tenía más soluciones que el: "será largo, usa medias de compresión, anticoagulante y anda" me planteé seriamente lo de abrir mi campo de visión a la MTC.

Casi de sopetón, pasadas apenas tres semanas de haber salido de mi primer ingreso me plantaba en Milán inducida por este casi 'compromiso' familiar. En principio por una semana y sin saber a qué iba. Ahí iba a verme el Dr. Gaudenzio Garozzo; un reputado especialista en MTC y a su vez médico como los que conocemos en Occidente. El capítulo Milán merece uno o varios posts en exclusiva pero con el presente sólo quería haceros saber que tan válida es la medicina occidental como lo es la oriental. Cada una tiene sus límites y de eso son conscientes los profesionales de uno y otro bando pero juntas, pueden ofrecer muchos caminos y respuestas. Por desgracia, me he encontrado con que tienen una guerra abierta y ninguno de los dos bandos dará su brazo a torcer para dar mejor calidad de vida a sus pacientes.

En mi caso, debido a la malformación genética que sufro en la vena cava (vamos, que no tengo vena cava) y los factores de coagulación alterados necesito de la occidental porque no puedo vivir sin anticoagulantes; son mi seguro de vida. No obstante, el único alivio que he encontrado hasta la fecha para paliar el dolor es la MTC y en concreto, la acupuntura. Parece casi una utopía pero los casi tres meses que llegué a pasar en Milán fue la época en la que sentí menos dolor. Al llegar, por desgracia no he encontrado a nadie que sepa como el Dr. Garozzo cuál eran mis necesidades. Como sabéis, sigo con mucho dolor pero con las mismas ganas de encontrar a una persona que me pueda echar un cable en la isla. Así que desde aquí os pediría que si sabéis de alguien que se dedique a esto, me encantaría conocerle.

Los comentarios ya están definitivamente abiertos a todos los que queráis dejarme un comentario.

Un saludo,

Ester


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